DE
LA MULA AL TREN Y DEL TREN AL OLVIDO
La segunda guerra mundial, sus
extravagancias procedimentales y su intento por trascender a otro hemisferio,
dieron para todo, incluso para la implementación de infraestructura que les
permitiera su futura expansión. Son casos concretos, la construcción de puentes
sobre los ríos Magdalena y Cauca y la línea férrea y sus locomotoras que
recorrieron por gran parte de la geografía colombiana.
Nemocòn
al igual que otras poblaciones colombianas en su momento florecieron bajo la luz
opalizada de faroles alimentados con alquitrán unos, y otros con carbón mineral
de las cabezas de locomoción del tren, del mismo carbón que cargaban en sus
vagones. El sonido de claxon de las locomotoras despertaba ilusiones entre
grandes y chicos y la romántica oda de vapor que salía de sus chimeneas
obligaba a fantasear con un futuro mejor.
De ello, solo queda la huella de dolor sobre las
laderas empolvadas y dos líneas paralelas que sin tomarse de la mano no han
logrado separarse y el óxido sobre sus lomos es testigo mudo del paso de los
años y el olvido de la administración…El Cotidiano, recorrió a pie un tramo de
carrilera que en otrora transportara carga y pasajeros a la población de Nemocòn,
allí, hacia estación de paso para Tunja; hoy los ciudadanos caminan junta a la
línea paralela sin advertirlo, lo único que de manera intermitente devuelve su
recuerdo es la irregularidad en el paso al andar sobre los rieles viejos y desvencijados.
En la entrega de cuentas del alcalde actual, doctor Luis Felipe Castro, el día
29 de julio del año en curso se habló muy someramente sobre gestiones hechas para revivir el
tren; que debía cubrir el trayecto de la estación de la sabana en la ciudad de Bogotá, a Nemocon dando paso por Zipaquira,, es necesario anotar que solo se mencionó la intención de
hacerlo, mas no se informó de contratación direccionada a la rehabilitación de
la vía férrea, y menos de la asignación de recursos para el efecto.
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